COMO AFECTA EL CONSUMO DE ALCOHOL AL HÍGADO.
El consumo de alcohol es una de las principales causas de enfermedad hepática crónica a nivel global. Su consumo está relacionado principalmente con el ámbito social, pero el exceso puede generar otras enfermedades del hígado, así como afectar al cerebro, al corazón, a los músculos y otros tejidos.
Los daños del alcohol se determinan ya sea por la cantidad de alcohol consumida (en un hígado sano) o por el simple consumo, aunque sea leve, cuando ya existe una patología del hígado.
¿Cómo funciona el alcohol en el hígado?
A diferencia de las proteínas, los carbohidratos y las grasas, el cuerpo no tiene una forma de almacenar alcohol. Cuando se consume en exceso, el acetaldehído (es decir, el principal factor para la aparición de la resaca y el rubor facial) se produce a mayor velocidad de la que el cuerpo puede soportar, por lo que se le complica procesarlo y desactivarlo. Esto provoca que este metabolito (es decir, esta sustancia que queda después de la descomposición) se acumule en el hígado y produzca daños hepáticos.
Con el tiempo se producen depósitos de grasa en los hepatocitos (las células hepáticas) y eventualmente estos se convierte en lo que conocemos como hepatitis, que es la inflamación del hígado. Al intentar reparar estos daños, se crean cicatrices en el hígado, es decir, cirrosis, que pueden desembocar en cáncer de hígado.
Daños que puede producir el alcohol
En un hígado sano, para que el alcohol sea dañino debe beberse en exceso durante mucho tiempo. Esto puede traer problemas en los riñones, en la presión arterial y en el feto, si es que se trata de una mujer embarazada. Pero no terminan ahí; las afecciones también pueden ser psicológicas y derivar en trastornos como dependencia, ansiedad, depresión y desajustes importantes en las relaciones sociales.
Por otro lado, si ya hay una patología en el hígado, como la hepatitis viral, provocada por el alcohol, o la hepatitis autoinmune, criptogénica, etc., el consumo etílico es responsable de numerosas complicaciones:
- En Hepatitis C reduce la eficacia del tratamiento y facilita la multiplicación del virus.
- Aumenta los depósitos de grasa, con lo que acelera el proceso de cirrosis.
- Reduce la respuesta inmunitaria.
- Contribuye a la acumulación de hierro, que es otra causa de enfermedad hepática crónica.
5 Comments
Would you like to join the discussion? Feel free to contribute!